domingo, 4 de mayo de 2008

La dama del faro le robó el corazón a aquel joven enamorado

Crepúsculo del atardecer
Que a mi piel hace vibrar
La dulce brisa contra mi rostro
Me hace el vuelo alzar

El susurro del viento trajo hacia mí
Un mensaje distante
Cual heraldo que retorna
Junto al amo luego de un viaje

Mi mensaje no trajo respuesta
De la dama que esta en el faro
A la que yo observo
A la que amo en silencio

Si antes he podido hablar con claridad
Porque hoy no pude hermosos versos crear
Hoy que necesite hablarle
Me sentí tan distante del mundo

Me siento solo, conmigo solo están mis sentidos
Fuera del ser, fuera de esta piel
Con el corazón en la mano
Hoy me siento tan distante

Es ese mensaje desesperado
Que hoy le grite al viento
Que no respira más
Que yace inerte en el suelo

Ella sabe que me lastima
Pero sin piedad me arranco el corazón
Esa dama de gélido sentir
Se muestra indiferente ante mí

Rompe entonces el cielo en llanto
Es el dolor que el joven siente
Por tener el corazón distante
Soñando libre en los aires

La voz del mar le grita
Que no pierda la esperanza
Son estas olas las que
Reaniman su alma

Es este amor loco el que me trajo aquí
Y si me dio alas de manera tan sutil
Porque he de perderlas hoy en tan cruel encuentro
No concibo una realidad así

De la forma en que el combatiente abatido
Se reintegra a su ardua labor
El joven decide hablarle a la dama
Por la que clama tanto amor

Reincorpóreme ahora con más valor
A dejar fluir fuera de mí todo el sentimiento
Preparado a ir ante ella y revelar
Todo lo que siento

Los últimos rayos del sol
Se funden con su piel
Y esos labios carmesí
Me llaman a seguir

Y al final de lo que dije
Mi alma estaba en paz con el mundo
Y el mundo en paz conmigo
Era tan feliz de estar con ella

Tan feliz de un amor correspondido
De haber roto los miedos
Que me ataban a esos ojos tristes
Que lejanos mantenían mi mensaje encriptado.


Enrique Rosales Curu

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