Un hombre apareció andando;
seguía, seguía, siguiendo iba,
y el oscuro pasadizo se extendía,
como dos carros a la carrera
Y sin darse cuenta de nada,
el túnel era un misterio,
el pequeño se hizo grande,
¿lágrimas o risas?
La lluvia era negra,
la casa se hacía cenizas,
y la bestia aparece,
pero el sigue, el miedo no existe
A paso firme, pero sin rumbo
¿Por qué caminas? No quiero,
solo sé que debo caminar,
porque al final todo termina
Fernando Peñaranda Carbone
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Que linda poesía :)
Publicar un comentario